miércoles, 18 de mayo de 2011

Firefox 4 vs Internet Explorer 9, ¿cuál nos da más?


A pesar de que Google Chrome sigue escalando posiciones y erigiéndose en el tercero en discordia, la mayor parte de los inter­nautas continúa decantándose por Internet Explorer o por Mozilla Firefox.

El primero cuenta con la ventaja de venir preinstalado en las diversas versiones del sistema operativo Windows, con lo que copa todos aquellos equipos en los que el usuario carece de una motivación clara para sustituir el navegador predeterminado.
El segundo ha ido ganando adeptos a lo largo de sus sucesivas versiones y ha pasado de ser una opción relativamente minoritaria a encumbrarse como un software de difusión masiva, capaz de competir de igual a igual con el estándar de Microsoft. Lo cierto es que ambos incorporan excelentes opciones, pese a que, como se verá a continuación, cada uno de ellos posee sus ventajas y sus inconvenientes.
Interfaces y características

Ambos programas han reducido las opciones visibles, compendiándolas en menús desplegables, lo cual da como resultado interfaces más minimalistas, en las que se cede todo el espacio posible a la propia área de navegación. En este frente, cabe decir que no puede hablarse de ganadores ni de perdedores, puesto que ambas aplicaciones resultan cómodas y prácticas. La nueva distribución debe entenderse, así pues, como una ventaja a medio y largo plazo, aunque en el lapso más inmediato no nos quedará más remedio que amoldarnos a la reestructuración de comandos y opciones y pasar por un molesto período de reaprendizaje.
Algunas de las novedades más destacables de Mozilla Firefox son la sincronización de contraseñas mediante Sync, que ahora se incluye de serie en el paquete y nos permite vincular entre sí diversas instalaciones del software, de modo que los cambios efectuados en una de ellas se propaguen a las demás.
ambién se incluye la posibilidad de agrupar pestañas de manera visual a través de la nueva característica Panorama. Ciertamente interesante resulta el hecho de que, si ahora tratamos de acceder una nueva URL que ya manteníamos abierta en otra pestaña, se nos redireccionará a la misma, evitando la acumulación de sitios duplicados.
Por otra parte, entre las aportaciones más importantes de Internet Explorer, cabe destacar una mejor integración con Windows 7, la posibilidad de anclar enlaces a sitios web a la barra de tareas y la implementación de One box. Esta última característica, similar a las opciones que nos ofrecía la barra de direcciones de Firefox 3, facilita enormemente las búsquedas y el acceso a sitios web que ya habíamos visitado y mejora sustancialmente la experiencia de navegación.


Mejoras y pruebas

No obstante, los principales cambios introducidos en ambas aplicaciones han tenido lugar a nivel interno. La mejora de los motores de renderizado Trident y Gecko han dado como resultado que las nuevas encarnaciones de Internet Explorer y Firefox sean más rápidas y eficientes. Asimismo, ambos navegadores implementan ahora aceleración por hardware, orientada a agilizar la visualización y reproducción de material multimedia.
Puesto que los avances más destacables en cada una de las dos aplicaciones se centran en facetas invisibles para el usuario, hemos decidido evaluar sus niveles de rendimiento y su compatibilidad mediante diversos tests que cubren distintos aspectos. Las cifras globales de nuestras pruebas en el ámbito de la rapidez, llevadas a cabo en un equipo Pentium Dual Core a 2,60 GHz equipado con 4 Gbytes de RAM y ejecutando Windows 7, dejan constancia de que Microsoft Internet Explorer resulta más rápido que su competidor.

Peacekeeper Browser Benchmark comprende seis fases, que contemplan desde el tiempo que emplea el navegador en renderizar y modificar los elementos HTML de las páginas hasta el que tarda a la hora de simular fenómenos físicos, y la cifra global erige a Internet Explorer como vencedor por un margen considerable. No obstante, si analizamos los datos de manera pormenorizada, observaremos que Firefox es más eficiente en determinados subapartados, como pueden ser los referentes a las operaciones relacionadas con las redes sociales o los gráficos complejos.
Si nos centramos en SunSpider Java­Script Benchmark, el conjunto de pruebas que miden la rapidez en la ejecución de lenguaje JavaScript, observaremos que en este ámbito Explorer también es más rápido, aunque las cifras son similares y la ventaja que obtiene es casi residual.
¿Cumpliendo o creando estándares?

En los resultados obtenidos en las pruebas que nos propone Acid3, no se aprecian mejoras respecto a los datos que cosechamos poniendo a prueba las respectivas versiones beta de ambos navegadores. Este test se centra principalmente en analizar el tratamiento que da el navegador a los Cascading Style Sheets (CSS) y en las tecnologías que permiten al usuario la interacción en las páginas de la Web 2.0.
Llegados aquí, es fundamental tomar conciencia de hasta qué punto resulta importante la preeminencia que poseen estos dos navegadores en el parque informático a la hora de determinar su compatibilidad con los websites por los que navegamos.

Por más que el World Wide Web Consortium aporte especificaciones que sirvan de guía a los diseñadores y administradores de sitios a la hora de crear y codificar sus páginas y aplicaciones web, en la práctica, éstos deben asegurarse de que la inmensa mayoría de los internautas pueden visualizarlas correctamente, navegar por ellas y operar con sus opciones. En consecuencia, su labor se centra más en garantizar la compatibilidad con estas dos aplicaciones que en obedecer la normativa en abstracto.

Por todo ello, cabe plantearse hasta qué punto es importante el hecho de que ninguno de los dos navegadores alcance el 100% idóneo, una puntuación a la que sí llegan las versiones más recientes de Google Chrome u Opera, por citar solo dos ejemplos. No obstante, en este ámbito Firefox aventaja ligeramente a Explorer.

El nuevo HTML5

La compatibilidad con HTML5 del nuevo Firefox en los tests que nos brinda la página The HTML5 Test ha mejorado respecto de la que obtenían las diversas versiones provisionales analizadas hasta ahora. El navegador de Mozilla ha obtenido en este ámbito una puntuación de 240 frente a los 204 puntos que alcanzaba la Beta 8. Explorer consigue 130 puntos respecto a los 96 que cosechaba su reciente versión beta, lo que también supone una mejora sustancial. No obstante, queda muy lejos de cumplir los estándares.
Por eso y recuperando el hilo iniciado en el apartado anterior, cabe ver hasta qué punto se amoldarán las páginas al navegador de Microsoft o si será este quien amplíe su compatibilidad con los estándares a través de futuras actualizaciones.
En el momento presente, no obstante, la práctica corrobora la ventaja sustancial de Firefox sobre Explorer. Sin ir más lejos, el software de Mozilla nos permite agregar ficheros adjuntos a los correos de Gmail arrastrándolos directamente sobre el navegador. Por el momento, esta operación vinculada al HTML5 no funciona con la aplicación de Microsoft.

Seguridad a toda prueba

El hecho de que ambos navegadores hayan pasado sin ningún problema el test de 18 etapas que nos ofrece Scanit Browser Security Test para diagnosticar vulnerabilidades y problemas de corrupción en memoria, Flash, etcétera, deja constancia de que a este respecto podemos estar muy tranquilos. Paralelamente, ambas propuestas cuentan con todas las opciones imprescindibles en este ámbito: navegación privada, administrador de contraseñas, comandos para gestionar y eliminar el historial reciente, antimalware integrado que nos advertirá cuando intentemos acceder a sitios web que entrañen riesgo…
En definitiva, si hacemos un uso racional de cualquiera de las dos aplicaciones, tendremos la garantía de que estamos guarecidos contra las principales amenazas. No obstante, cabe tener en cuenta que determinados antivirus on-line precisan de un plug-in que con frecuencia solo está disponible para el navegador de Microsoft. Por otra parte, Firefox cuenta de la ventaja de la versatilidad: sus innumerables complementos nos permitirán reforzar los aspectos de seguridad y llevar un control más estricto del código que ejecuta.

La decisión final

Ambos navegadores resultan perfectamente aptos para llevar a cabo las tareas más habituales y, a la hora de elegir, lo fundamental es tener presente la finalidad que le vamos a dar al software. Puesto que ambos son completamente gratuitos y no provocan ningún tipo de conflicto ni incompatibilidad si los agregamos a un mismo sistema, la solución más obvia es mantenerlos ambos instalados y utilizarlos según nos convenga.
No obstante, seguimos frente a la duda de cuál deberemos elegir como navegador principal. Internet Explorer es más ágil, por lo que puede convertirse en el navegador de cabecera de aquellos que raramente precisan de complementos y no utilizan opciones avanzadas. Por otra parte, Mozilla Firefox cuenta con una característica a la que es fácil acostumbrase hasta el punto de no poder prescindir de ella: sus más de cinco mil complementos hacen de él el navegador más versátil que podemos encontrar en la Red.

En consecuencia, resulta la opción obvia para aquellos que desean agregarle software complementario y hacer uso de sus opciones avanzadas. Por otra parte, está disponible para los principales sistemas operativos, lo cual incluye por supuesto Windows XP, al contrario que IE9. Resulta irónico que haya sido precisamente la propia empresa desarrolladora de este sistema la primera en dar la espalda a sus usuarios.




Alternativas disponibles

Por supuesto, el ámbito de los navegadores ofrece otras opciones adicionales a las dos examinadas perfectamente válidas. A fin de cuentas, los dos programas puestos a análisis son en gran medida deudores de Chrome en lo referente a diseño. La versión más reciente del navegador de Google consigue alcanzar el 100% en la prueba que nos propone Acid 3 y obtiene 293 puntos (+13) en el test de HTML5, lo que lo encumbra como el que mejor cumple los estándares. Si a ello le añadimos los 8.287 puntos que cosecha en el test de Peacekeeper, convendremos que además es el más rápido.
Otra alternativa más que interesante la constituye Opera 11, cuyo apartado Unite lo hace idóneo para aquellos que deseen compartir material on-line sin necesidad de instalar software adicional.
Muy interesante resulta también Maxthon 3, que pese a que cuenta con escasa difusión tiene mucho que ofrecer. Algo atrás se ha quedado la versión 5 del histórico Safari, ya que aunque el navegador de Apple cumple en todos los campos, no destaca lo suficientemente en ninguno.





0 comentarios:

Publicar un comentario